Ya está a la venta el cuarto volumen de Cuadernos de Didáctica, esta vez dedicado a las cuestiones de gramática en el aula de ELE.
La edición de este recopilatorio ha sido más compleja que la de entregas anteriores, sobre todo por dos motivos: los editores teníamos claro que los trabajos publicados debían servir como un estado de la cuestión en el momento actual y por otro sabíamos que intentar abarcar todos los detalles de una panorámica de este tipo resultaba prácticamente imposible. Al final hemos optado por dar una visión variada, pero con un hilo discursivo que da homogeneidad al volumen. Confiamos en haber alcanzado al menos este primer objetivo.
Os dejo aquí parte de la nota introductoria para que podáis haceros una idea más completa de lo que encontraréis en esta entrega de la colección. Toda la información sobre el volumen, así como una muestra para descargar se puede encontrar en la página de la propia editorial.
En esta cuarta entrega de los Cuadernos de Didáctica los editores hemos decidido encarar la cuestión gramatical con una serie de trabajos y enfoques que nos permitan a los profesores de español como lengua extranjera y a los docentes de segundas lenguas en general obtener un panorama lo más completo posible de la situación actual tanto en la investigación como en la práctica de aula.
Analizar la cuestión gramatical en nuestra área profesional significa entrar en una batalla que dura ya unas cuantas décadas. El hecho de que hayamos usado una metáfora bélica para describir la situación no resulta nada novedoso; a menudo los profesores de L2 hablamos de enfrentarse a, luchar contra o atacar un problema gramatical, como si se tratara de un combate a brazo partido entre el aprendiz y la estructura formal del idioma con el que se mide.
Hostiles también han sido a menudo las posiciones de los propios enseñantes a la hora de presentar sus armas docentes. Como Lourdes Miquel señala en el prólogo de este volumen, el papel de la gramática ha pasado de ser el contenido principal de la enseñanza a una cuestión secundaria absolutamente subordinada a las necesidades comunicativas, sin entender que no existe comunicación sin una estructura formal que la mantenga en pie. No creo que existan debates más intensos en las salas de profesores o departamentos de enseñanza de español que los que se establecen en torno a cuestiones de uso de las estructuras gramaticales.
Sin embargo, en nuestra opinión el estado actual de la cuestión de la enseñanza y el aprendizaje de la gramática en el aula de segundas lenguas nos devuelve una imagen bastante más pacífica que la que tuvo en otras épocas. Es evidente que se ha llegado a un consenso general, en el que la instrucción gramatical se basa sobre todo en su dimensión significativa: enseñar la estructura formal de una lengua implica enseñar significados, no en montar rompecabezas lingüísticos en los que cada pieza encaja exclusivamente en una posición específica. De igual forma, en los últimos años se ha insistido mucho en la necesidad de contar con explicaciones gramaticales que se basen en una naturaleza claramente operativa.
[Francisco Herrera y Neus Sans]
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