Si hay algo que deja claro Raffaele Simone desde el principio en La Tercera Fase es el carácter elegíaco de sus teorías sobre el cambio cultural que estamos viviendo. Este volumen, aparecido en Italia en 2000 y rápidamente traducido y editado en España, cuenta con un subtítulo que subraya ese tono quejumbroso (Formas de saber que estamos perdiendo) que se ve potenciado con la cita de T.S. Eliot (¿Dónde está la sabiduría / que hemos perdido con el conocimiento? / ¿Dónde está el conocimiento que / hemos perdido con la información?).

Así que desde el arranque del volumen sabemos que el autor pone en la columna del debe contable unas formas de conocer y de aprehender el mundo que para él está desapareciendo de manera vertiginosa forzadas por una novedosa forma de entender el conocimiento (y por lo tanto, imaginamos, el aprendizaje, aunque no es un tema que se trate directamente en el libro).

A grandes rasgos el planteamiento inicial de la teoría es que las formas de conocimiento humano se pueden organizar en tres grandes momentos separados entre sí por revoluciones de carácter puramente técnico:

  • La Primera Fase con la aparición de la escritura.
  • La Segunda Fase con la llegada de la imprenta.
  • La Tercera Fase a la que estamos accediendo desde finales del siglo XX.

De este último periodo opina el autor lo siguiente

Los tipos de conocimientos que circulan en la actualidad, en la Tercera Fase, están menos articulados y son menos sutiles, y es más, hasta pueden prescindir de su apoyo en formulaciones verbales. Este hecho ha llevado a algunos a mantener que, en el paso del siglo XX al XXI, se ha producido una degradación cualitativa del saber general, mientras que quizá sólo haya cambiado su naturaleza.

Me parece que en el uso de ese «quizá» está reflejada a la perfección la postura que Simone va a mantener a través de las apenas ciento cincuenta páginas del libro, una posición entre dos aguas, de intentar entender y al mismo tiempo sancionar los nuevos usus culturales.

Lo más interesante de la tesis de Simone es la forma en la que contrapone dos tipos de visión (que a su vez generan dos formas diferentes de inteligencia):

  • la visión alfabética (y una inteligencia secuencial) que se basa en una serie lineal de símbolos visuales
  • y la visión no alfabética que desarrolla una inteligencia de carácter simultáneo.

Bastante más adelante Raffaele Simone amplía las consecuencias de este esquema fijando la contraposición de dos modelos de prácticas absolutamente diferenciadas:

  • una actitud proposicional (analítica, estructurada, referencial y jerarquizadora) frente a
  • una actitud no proposicional (genérica, vaga, no referencial y desestructurada).

¿Cómo afecta este planteamiento a las formas de aprendizaje, sobre todo al de carácter formal?

La práctica escolar a menudo es para los jóvenes una especie de verdadera ficción, de penitencia más o menos prolongada, terminada la cual finalmente se puede volver a la auténtica y verdadera realidad, que es la de lo no-proposicional o de lo moderadamente proposicional.

Si comparamos este párrafo con este otro de las mismas fechas de Manuel Castells (La galaxia Internet) veremos que hay un considerable cambio de posición de fondo:

Y en ese mundo de libertad, interviene el factor en mi opinión decisivo del abandono escolar: el desfase cultural y tecnológico entre los jóvenes de hoy y un sistema escolar que no ha evolucionado con la sociedad y con el entorno digital. Jóvenes que acceden a toda la información por internet, que construyen sus redes autónomas en torno a los móviles, que chatean y navegan, que se forman jugando y se informan comunicando, simplemente no soportan la disciplina arbitraria de unas clases anticuadas con enseñantes desbordados a quienes nadie les prepara para la nueva pedagogía.

En un artículo muy bien argumentado Carlos Scolari basa su crítica a La Tercera Fase en dos puntos fundamentales:

que al situar «en el mismo lado de la balanza a las pantalla televisivas e interactivas no nos permite ver lo que realmente está pasando con las nuevas textualidades».

que no ha entendido que «las nuevas textualidades (cinematográficas, televisivas o interactivas) están generando nuevos lectores».

A pesar de estas puntualizaciones es evidente que la teoría de Simone se muestra como una de las formas más lúcidas que se han hecho hasta el momento de la manera en la que está cambiando las formas de conocimiento y su relación con la manera en la que aprendemos.

Nota: este libro es otra de las estupendas recomendaciones de Alejandro Piscitelli.

Créditos de la imagen.

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One response

  1. Apenas ayer vi entrevista que hizo Silvia Lemus al linguista italiano Rafaelle Simon, en el canal 22 de México. Me parece muy lúcido el artículo. Seguiré buscando en la red. Muy agradecida al autor FRANHERRERA.

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Esta es la página personal de Francisco José Herrera Jiménez, director del centro CLIC International House Cádiz y coordinador de formacionele.com.

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