Hay libros que pasan desapercibidos, incluso cuando los tienes entre las manos y los repasas sin demasidada atención. En la mayoría de los casos debe ser así, porque de otro modo sería imposible manejar un filtro de lecturas con un mínimo de eficacia. Lo que ya resulta más raro es que uno de esos volúmenes desatendidos vuelva a caer en tus manos y, esta vez sí, le dediques el tiempo que se merece.

Algo así me ha pasado con Los bárbaros, una serie de artículos publicados por Alessandro Baricco en La Reppublica y recopilados en un libro bajo el sugerente subtítulo de Ensayo sobre la mutación. Lo había hojeado con desgana hace un par de años, cuando se tradujo y editó en España (Anagrama), pero prácticamente no le dediqué más que unos minutos, quizás por el prejuicio que tenía contra el autor (ay, con un bestseller como Seda en su contra) y el poco interés que, presumiblemente, me iba a provocar sus opiniones sobre los cambios culturales (entendido en el sentido amplio de la antropología) que la tecnología está impulsando en las sociedades del siglo XXI.

Sin embargo, al verlo en una de las listas de recomendaciones para sus seminarios que Alejandro Piscitelli había dejado en su blog, se produjo una de esas conexiones automáticas que te hacen caer en la cuenta del error y, tan pronto como pude, recuperé el libro y lo terminé en apenas dos tardes.

Desde el primer momento el lector se da cuenta de que lo que hace Baricco es intentar analizar sin anteojeras los cambios que se están produciendo en tantos órdenes de la vida, sin querer aferrarse a unos usos pasados ni caer acríticamente en los brazos de los nuevos bárbaros, como él los bautiza tan certeramente.

El empeño del autor está claro desde el principio. Baricco no quiere lamentarse por las formas culturales perdidas y concentra su atención, como un naturalista paciente, en la descripción del animal perseguido, sin dejarse llevar por sentimentalismos. Partiendo de experiencias dispares (el mundo del vino, el fútbol) Baricco se va acercando de manera indirecta a lo que él considera el corazón de la mutación: la red. Y al comparar la digitalidad con la aparición de la imprenta da una vuelta de tuerca más en el razonamiento cuando dice que la red

no es un inocente receptáculo que cobija el saber, sino una forma que modifica el saber a su propia imagen.

El movimiento que Baricco muestra de una forma desapasionada e inteligente es el que va del sedentarismo a la vida nómada o lo que él llama una migración del sentido hacia las regiones periféricas de lo accesorio. Lo que el autor viene a decir es que este nuevo paradigma cultural se basa en dos fundamentos básicos:

una idea distinta respecto a qué es la experiencia y un emplazamiento distinto del sentido en el tejido de la existencia.

Todo un curso sobre tecnología y aprendizaje sin casi ni siquiera usar estas dos palabras.

Categories:

3 Responses

  1. Ya me has convencido para echarle un ojo. A mí con Baricco me ha pasado lo contrario que a ti, llevo enganchado a sus libros ya un tiempo, pero éste no lo conocía.
    Por cierto, Seda, Tierras de cristal y Océano mar merecen la pena 🙂

  2. Muchas gracias, Guillermo, por la recomendación (tengo Tierras de cristal en epub a la espera de buscarle un hueco de lectura) y Juanitus, por el enlace del epílogo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Qué es esto?

Esta es la página personal de Francisco José Herrera Jiménez, director del centro CLIC International House Cádiz y coordinador de formacionele.com.

Contacto y redes sociales
Facebook
Twitter
LinkedIn